martes, 31 de octubre de 2017

ANTE LOS RECIENTES ACONTECIMIENTOS VIVIDOS EN CATALUÑA

Ante los recientes acontecimientos vividos en Cataluña, que suponen una grave quiebra del marco de convivencia del que gozamos los españoles, la Iglesia Católica en Palencia y su Obispo están con el Estado de Derecho y la Constitución vigente.

Elevamos nuestras oraciones para que, en este momento, todos conservemos el sentido común y la serenidad, y trabajemos por la unidad en la fraternidad de todos los españoles.
Palencia, a 27 de octubre de 2017

Nombramientos

Recientemente hemos conocido nuevos nombrameintos llevados a cabo por nuestro Obispo, que corresponden a: D. Luis María Rodríguez García, Arcipreste del arciprestazgo de Pisuerga Norte; D. José María Vega López, Director de la Casa Sacerdotal; y D. Deogracias Bustillo González, Representante del Sr. Obispo en el Patronato de la Fundación “San Bernabé y San Antolín”.

domingo, 29 de octubre de 2017

29 de octubre de 2017 XXX Domingo del Tiempo Ordinario

Éx 22, 20-26 Si explotáis a viudas y a huérfanos, se encenderá mi ira contra vosotros 
Sal 17 Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza 
1 Tes 1, 5c-10 Os convertisteis, abandonando los ídolos, para servir a Dios y vivir aguardando la vuelta de su Hijo 
Mt 22, 34-40 Amarás al Señor tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo

«Concédenos amar tus preceptos para conseguir tus promesas»  (Orac. colecta). Y sus preceptos son los mandamientos de la Ley de Dios que Jesús nos enseña a guardar en el Evangelio. Y se resumen en «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente» -el principal y primero- y «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Y como modelo de ese amor, Cristo mismo que nos ha amado hasta dar su vida por nosotros. Y nosotros debemos amarnos unos a otros, como Él nos ha amado. Si esto falta, nuestro amor a Dios no es verdadero. La Eucaristía, en la que Cristo sigue entregándose por nosotros, es la fuente donde bebemos el amor de Dios.

jueves, 26 de octubre de 2017

¿Por qué ha dado Dios al hombre la posibilidad de hacer el mal? y ¿Qué es la libertad y para qué sirve?

¿Por qué ha dado Dios al hombre la posibilidad de hacer el mal?
[DOCAT 7] Dios creó al hombre para amar. Pero a nadie se le puede obligar a amar. Las personas deben ser libres para poder amar de verdad. De la misma manera que hay auténtica libertad, existe también la posibilidad de elegir equivocadamente. Los hombres pueden incluso destruir su propia libertad.

En el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: [331 ss.]
«Dios ha dado al alma la posibilidad de decidir por sí misma, de modo que Él no pueda actuar sobre ella sin su libre voluntad ni tampoco exigirle nada que ella no quiera». Maestro Eckhart (1260-1328), místico y maestro dominico.

¿Qué es la libertad y para qué sirve?

[YOUCAT 286] La libertad es el poder que Dios nos ha regalado para poder actuar por nosotros mismo; quien es libre ya no actúa determinado por otro.

Dios nos ha creado como seres libres y quiere nuestra libertad para que podamos optar de corazón por el bien, también por el supremo “Bien”, es decir, Dios. Cuando más hacemos el bien tanto más libres nos volvemos.

En el Catecismo de la Iglesia Católica: [1730-1733, 1743-1744]

martes, 24 de octubre de 2017

Nuevos recursos

La Subcomisión Episcopal de Catequesis de la CEE, acaba de publicar dos nuevos materiales de trabajo:

Una guía que acompaña al libro “Los primeros pasos en la fe” y está destinada a las familias y catequistas que acompañan en la primera infancia.
 
Unos recursos catequéticos para el catecismo “Testigos del Señor” que aportan a los catequistas materiales que ayudan al desarrollo de la catequesis. Incluye un cuaderno explicativo, 11 pósters con ilustraciones a doble página que recorren todo el catecismo y 52 tarjetas diseñadas en diversos colores para ayudar al desarrollo de las catequesis.

lunes, 23 de octubre de 2017

La importancia de los sellos

Pastoral Penitenciaria ha editado una hoja informativa con motivo de la reciente festividad de la Virgen de la Merced, con la finalidad de compartir algunos datos actuales de la realidad de las cárceles y de lo que hacen los miembros de Pastoral Penitenciaria en nuestra Diócesis.

Gracias a estas líneas conocemos que a fecha de 1 de septiembre en el centro de La Moraleja de Dueñas hay 903 personas reclusas, dos tercios son extranjeros sobre todo, marroquíes y rumanos.

Más allá de la frialdad de los datos, desde Pastoral Penitenciaria también nos acercan a historias de vida como por ejemplo, la compra de una prótesis (gracias a la colaboración de Cáritas, parroquias y personas anónimas) para un interno que había perdido la pierna por la explosión de una mina anti-persona en su país de origen. O cómo desde Pastoral Penitenciaria se asume el coste de los sellos del correo postal de las personas que no cuentan con recursos, para facilitar la comunicación regular con la familia.

Hay veces que en unas líneas podemos descubrir, valorar y agradecer la labor de personas que día a día se empeñan por mejorar la vida de los que tienen cerca y que lo han perdido todo. Un ejemplo de ello son los miembros de Pastoral Penitenciaria.

domingo, 22 de octubre de 2017

22 de octubre de 2017 XXIX Domingo del Tiempo Ordinario

Is 45, 1. 4-6 Yo he tomado de la mano a Ciro, para doblegar ante él las naciones 
Sal 95 Aclamad la gloria y el poder del Señor 
1 Tes 1, 1-5b Recordamos vuestra fe, vuestro amor y vuestra esperanza 
Mt 22, 15-21 Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios

Gracias a Ciro -un pagano- los israelitas pudieron volver a su tierra después de la cautividad de Babilonia (1 Lect). Dios va realizando sus planes de salvación incluso por medio de personas que no lo conocen o creen en Él. Por este motivo los cristianos rezamos por las autoridades y debemos cooperar en todo lo que sea bueno y justo, aunque a veces no sean creyentes. En esa línea Jesús nos dice en el Evangelio que demos al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Elegidos por Dios y movidos por el Espíritu Santo, hemos creído en el Evangelio. Demos gracias a Dios por ello (2 Lect).

DOMUND 2017: “SÉ VALIENTE: LA MISIÓN TE ESPERA”

El año pasado la Iglesia en España propuso para el Domund el lema “Sal de tu tierra”, evocando la persistente invitación del Papa Francisco a salir de uno mismo para ser enviado a otras periferias existenciales. Fruto de esta propuesta, contemplamos -con gratitud a Dios y a la Iglesia- a los miles de hombres y mujeres que han salido de nuestras comunidades cristianas a la misión, y permanecen en ella, fieles a su vocación. Son los misioneros repartidos por todo el mundo. Han salido de nuestras comunidades, pero su origen ha sido absorbido por la identificación con su destino, el pueblo al que han llegado y al que están entregando su vida.

Ese “salir” no ha sido fácil. Han sido años de formación. En principio, es una salida sin retorno o, al menos, de larga duración, porque la vocación del misionero es ad vitam, para toda la vida. Se precisa, pues, un amplio periodo de discernimiento y formación, no exento de dudas e incertidumbres, de tentaciones y argumentaciones para justificar la posibilidad de, al menos, dilatar la respuesta audaz y radical.

Sin miedo ni arrogancia

Esta es la razón por la que el Papa Francisco insistía el pasado mes de octubre en el valor de ser misioneros: «¡Hoy es tiempo de misión y es tiempo de valor! Valor para reforzar los pasos titubeantes, de retomar el gusto de gastarse por el Evangelio, de retomar la confianza en la fuerza que la misión trae consigo. [...] Se nos pide valor para abrirnos a todos, pero sin disminuir lo absoluto y único de Cristo, único salvador de todos. Se nos pide valor para resistir a la incredulidad sin volvernos arrogantes. [...] ¡Hoy es tiempo de valor! ¡Hoy se necesita valor!».

Esta exhortación al valor para salir e ir a la misión se la repetía a los voluntarios que habían colaborado en la organización y celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, el pasado verano. El Papa tuvo la espontaneidad de entregar el texto escrito preparado para la ocasión y mantener con ellos una amigable conversación. Para ser «la esperanza del futuro», les decía, es preciso hacer memoria del pasado y tener coraje para asumir el presente. «¿Qué tengo que hacer en el presente?», se preguntaba Francisco. «Tener coraje. Tener coraje. Ser valiente, ser valiente, no asustarse». Un buen rato estuvo glosando la necesidad de ser audaces para vivir apasionadamente el presente. Poco antes había caracterizado al joven «de sofá», en contraposición a la propuesta de la valentía y de la audacia.

Este ha sido el motivo que ha propiciado la decisión de presentar el DOMUND 2017 con el lema “SÉ VALIENTE: LA MISIÓN TE ESPERA”. Se trata de exhortar a las comunidades eclesiales, a los fieles cristianos, al Pueblo de Dios, a tener coraje para vivir la misión, entregando generosamente y con valor la fe recibida.

Valentía, ¿para qué?

Valentía para vencer algunas tentaciones que aparecen en el camino del creyente. Tentaciones con una gran capacidad de persuasión y que nacen ordinariamente de una fe lánguida y deficientemente fundamentada.

Valentía para vencer la visión secularizante que identifica la fe con la cultura de un pueblo. «Nuestra forma de ser y vivir está inspirada en la fe cristiana, pero en otros ámbitos territoriales es otra concepción religiosa la que ilumina el sentido de su vida; por tanto», se dice, «no es necesario ir a esos lugares para llevarles la cultura “cristianizada” de Occidente». Ante esta argumentación, es preciso tener la valentía de responder con la certeza de que la fe es más que una cultura, de que la Redención de Jesucristo es algo más que una simple liberación social.

Valentía no solo para dejar salir, sino para enviar a aquellos a quienes el Espíritu Santo llama a la misión. Las instituciones eclesiales, que antiguamente gozaban de recursos humanos para enviar a evangelizar, cooperando con otras Iglesias en su maduración, están experimentando la pobreza por la carencia de estos efectivos. Nace la tentación de justificar el cierre de puertas para que no salga nadie, con el pretexto de que aquí y ahora estamos urgidos igualmente por la misión. Es el individualismo que enmascara la pérdida de la dimensión universal de la fe. Pero, en el interior de cada comunidad cristiana y, de modo mucho más elocuente, en el de la diócesis, late con fuerza esa dimensión universal.

Valentía, en quien es llamado a la misión, para vencer aquellos argumentos disuasorios que le llevan a considerar que carece de las cualidades suficientes para ser misionero, al entender que estos son unos héroes. Es fácil sucumbir a esta tentación de la propia incapacidad para ir a la misión. A ello puede sumarse la presión de la opinión pública -en la que la dictadura del “se lleva”, el prestigio o el bienestar predomina sobre cualquier otra opción que suponga la renuncia y la entrega- y la percepción de que, entregándose, se pierde libertad.

Otras muchas situaciones se podrían describir para justificar la invitación al coraje que lanza el Papa. Ante estos condicionamientos externos e internos que dañan la respuesta a la misión, no cabe otra alternativa que la valentía de darse, como se descubre en varias imágenes del Evangelio.

Pastor, sembrador, pescador

El pastor reconoce que le han sido entregadas unas ovejas que no son suyas, pero que ha de cuidar como tales, hasta dar la vida por ellas. Se identifica de tal manera que las conoce por su nombre, las acompaña en su vida y las conduce a los buenos pastos. Unas veces va delante, abriendo camino para llevarlas a las majadas; otras, anda entre ellas, manteniendo un diálogo individualizado con cada una, o se retrasa para atender a las que caminan con mayor dificultad o tienen la tentación de rezagarse. Para ser buen pastor hace falta valor para salir de uno mismo y entregarse a los demás.

Vemos también valentía en el sembrador para lanzar a voleo la simiente que gratuitamente ha recibido. No le duele el desprendimiento, ni el desgarro de prescindir de aquellos granos sementeros; al contrario, tiene la alegría de que aquello que siembra con largueza se multiplicará en nuevos frutos. Es la imagen de la gratuidad, por la que el misionero no se queda con nada, se vacía. Y más aún: valentía para ser grano que el Sembrador esparce en una tierra para morir y ser transformado en una comunidad cristiana de creyentes que, a su vez, se conviertan en nueva semilla para nuevas siembras.
La misión es el mar por el que navega la barca de la Iglesia que guía el misionero con valentía y decisión. Sabe que su trabajo está en no pocas ocasiones sujeto a imprevistos, sorpresas e incluso riesgos. Así vive el evangelizador que, apoyado en la Providencia, se hace amigo de la intemperie. Tiene tal confianza en el Señor que no duda en subir a la barca, soltar amarras, bogar mar adentro y echar la red, aunque los pronósticos sociológicos y estadísticos anuncien que no es el momento ni el lugar adecuado. A pesar de ello, el misionero es valiente y se fía, en la confianza de que la pesca no se hará esperar.

Anastasio Gil
Director nacional de
Obras Misionales Pontificias

sábado, 21 de octubre de 2017

Una grande y muy determinada determinación

Pónganse en situación y dejen volar la imaginación. Trasládense a los caminos del Siglo XVI. A los medios de transporte del Siglo XVI. A los alojamientos para el viajero del Siglo XVI. A las condiciones de vida del Siglo XVI. A los ropajes del Siglo XVI. Métanse -si son capaces- en el cuerpo de una mujer del Siglo XVI. Y pónganse en actitud de caminar... aunque hoy lo haríamos en coche.

Ahora es muy fácil, solo hay que decirle al móvil... “llévame de tal sitio a tal sitio por la vía más rápida”... Hoy, Santa Teresa de Jesús -la “andariega”- lo hubiera tenido más sencillo. De “fundación a fundación”... el GPS le habría llevado a través de 4882 kilómetros. Por la vía más rápida... y anunciándole dónde hay gasolineras, dónde hay buenos sitios para comer y lugares para descansar. Y paradas donde se puede hacer una  buena foto.

Lo que les digo... 4882 kilómetros... si la Santa solo se hubiera dedicado a fundar. Desde aquel convento en Ávila en 1562, hasta el de Burgos en 1582, pasando por nuestra querida Palencia en 1580. Pero no solo se dedicó a fundar... así que, posiblemente esta “kilometrada” será mucho mayor.
Empresa ingente y admirable. Y les recuerdo que estamos en el Siglo XVI.

Les voy a ser sincero... yo me habría echado para atrás. Y si les soy sincero... no me vienen a la cabeza hombres y mujeres del Siglo XXI capaces un empeño de semejante magnitud. O quizás sí.

Santa Teresa tenía una cosa que muchas veces nos falta... y así se lo recordaba a sus hijas: «Digo que importa mucho, y el todo, una grande y muy determinada determinación de no parar hasta llegar al final, venga lo que viniere, suceda lo que sucediere, trabajase lo que se trabajare, murmure quien murmurare...».

Determinarse por el Señor. Estar dispuesto a recorrer el camino querido por Él. Hacerlo decididamente. Seguir a Jesús. Determinarse por Él. No es sencillo pero no es imposible. Un seguimiento exigente, pues no nos jugamos una parte de la vida, sino toda la vida. Se entrega la vida por el proyecto del Reino de Dios.

Domingo Pérez

viernes, 20 de octubre de 2017

San Caprasio. Su fiesta se celebra el 20 de octubre

San Caprasio. Escultura tipo Olot, S. XX. Iglesia parroquial de Baños de la Peña.
Sobre la vida de San Caprasio existen tres tradiciones: En la tradición francesa -la más fiable- se le identifica como el primer obispo de Agen, martirizado en el 303 durante la persecución de Diocleciano. Antes de convertirse fue soldado romano y desobedeció las leyes de adorar a los dioses paganos. El prefecto Daciano le pidió que renegase de la fe en Cristo y, como se reafirmó en ella, fue detenido, torturado y sentenciado a muerte. Cuando lo llevaban a ejecutar se encontró con su madre que le animó a mantenerse firme en la fe. Lo mismo hicieron Primo, Feliciano y Alberta, hermanos de Santa Fe. El prefecto los llevó al templo de Diana cazadora para que hiciesen una ofrenda a la diosa. Ante la negativa fueron decapitados el 20 de octubre. Allí se levantó un templo dedicado al santo obispo, hoy catedral de Agen (Francia).

La leyenda aragonesa, nos dice que fue pastor de la sierra de Guara y se hizo monje. Tiró su cachava tan lejos que fue a caer en la cercana sierra de Alcubierre. En ese mismo lugar brotó una fuente, donde se construyó una ermita. El santo ermitaño llego a ser obispo.

La leyenda castellana nos dice que fue un eremita griego que un día pecó con una bella pastora. Dios le condenó a vagar por el mundo hasta encontrar un lugar bucólico, pacífico y semejante al lugar donde había pecado... para construir un monasterio. Así, en Suellacabras (Soria) se levantó una iglesia en su honor.

Es titular de la parroquia de Baños de la Peña y patrón del pueblo. Es el único de toda la Diócesis que lo venera. Dado que Baños perteneció a la diócesis de León y todos los pueblos de su entorno están dedicados a santos mártires... como otras parroquias a San Martin, también galo, y cuyo culto se extendió por todo el Camino de Santiago.

En las antiguas pinturas y esculturas viste de obispo, (así fue la desaparecida talla, del S. XVI, de Baños de la Peña) con la palma en su mano. En las esculturas modernas viste de joven militar con la palma del martirio.

Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio

Oración
Dios de poder y misericordia, que infundiste tu fuerza al mártir san Caprasio para que pudiera soportar el dolor del tormento, concede a los que hoy celebramos su victoria vivir defendidos de los engaños del enemigo bajo su protección amorosa

Una película

Red de Libertad
Pablo Moreno


La nueva película de Contracorriente Producciones que se estrena el 20 de octubre, está ambientada en la Francia de los inicios de la II Mundial y narra el encomiable trabajo de Helena Studler, la Hija de la Caridad que salvó la vida de miles de refugiados franceses al evitar que cayeran presos de las fuerzas nazis, entre otros, personajes tan ilustres como François de Mitterrand o el general Giraud. El proyecto surge con motivo de la conmemoración del 400 aniversario de la fundación de la familia Vicenciana, impulsada por Vicente de Paúl y Luisa de Marillac en 1617.

La presencia palentina en está película es abundante, con en el actor Raúl Escudero, el compositor de la banda sonora, Óscar Martín Leanizbarrutia y la soprano, Sonia Santoyo.

De La Trapa a Baviera

El pasado 11 de octubre se presentó en la Casa de la Iglesia el libro “Luz en la que Dios se revela”, obra del palentino Juan Antonio Torres.

Se trata de un comentario teológico y espiritual del Nunc Dimittis, el Cántico del anciano Simeón, (capítulo segundo del Evangelio de Lucas). Una obra de amena lectura a partir de las experiencias personales del autor como monje benedictino. Para ello, se ha valido del relato de un viaje desde su tierra natal palentina hasta el lugar donde vive, en Baviera; desde la Abadía de San Isidro de Dueñas hasta la Archiabadía de Santa Otilia, en el corazón de Europa, desde donde se contempla el declive del cristianismo en Europa.

Junto al material teológico, exegético y espiritual, se describen lugares que se sucedieron en este viaje, como San Isidro de Dueñas, Valvanera, Toulouse, Conques, Le Puy, Milán o Munich. La tesis central podría condensarse así: Jesús es la luz en la que Dios se revela como salvación para los hombres: ¿cómo interpretar su aparente desvanecimiento en la cultura europea?

La clave de comprensión de la obra se centra en la constatación del significado de la frase Luz para alumbrar a las naciones. Con esta expresión, el anciano Simeón se refiere a Jesús no simplemente como una luz que desvela una verdad oculta, sino como la luz en la que Dios se revela, siguiendo la tradición veterotestamentaria.

jueves, 19 de octubre de 2017

La diversidad de lenguas

Vivimos, estos días, un tanto abrumados y hasta alarmados por una misma y única noticia, mil veces repetida, amplificada y nerviosa. Es como una bomba casera que de repente te estallara entre las manos y te dejara aturdido. Unos dicen, asustados: “¡Cataluña se va!”; otros, suplicantes, extienden la mano y claman: “¡Cataluña, no te vayas!”. Algunos se visten de resignación: “¡Es que Cataluña es una señora distinta; eso sí, muy señora!”. A otros nos sale la vena patriótica, “¡Sea lo que sea, Cataluña es España!”. En fin, no pocos, hartos de tanto ruido, cogen el bocata y se marchan al monte o al valle, donde no haya cobertura mediática.

Mientras tanto, se suceden manifestaciones con banderas de colores diversos. Vemos también (y esto es peor) odios callejeros, peleas, mentiras, consignas cruzadas. Y hasta hemos asistido, atónitos, a empresas y bancos que se van y al fanatismo que se queda...

¿Y la Iglesia? La Iglesia tiene claros los principios de su doctrina social. El Papa nos ha dicho que un auténtico católico no admite “movimientos secesionistas o de autodeterminación que no sean el resultado de un proceso de descolonización”. Los obispos españoles, por su parte, han recordado a los políticos que “no tomen decisiones irreversibles” o “al margen de la ley”. Los principios parecen claros; pero los católicos siguen tan divididos como el resto de los ciudadanos. Y es que los católicos (¡qué quieren ustedes que les diga!) sufrimos los mismos vaivenes, pasiones y subidones de adrenalina que el resto de los mortales.

Así las cosas, uno sueña con el acontecimiento de PENTECOSTÉS y con el milagro aquel de las lenguas, cuando nació, en los orígenes, una Iglesia joven, casi niña. Era la familia de Jesucristo. Leyendo el libro de los Hechos de los Apóstoles, se ve cómo cada uno conservaba su propia lengua, y, sin embargo, todos ellos se entendían. Acontecía, entonces, un milagro, que también puede suceder hoy. El milagro consistía en que distintos y distantes pueblos del mundo (“partos, medos y elamitas”), por la fuerza de un mismo Espíritu, se sentían cercanos. Y además estaban dispuestos a recibir el evangelio de Cristo que habla de unidad en lo diverso y de reconciliación en los agravios. Quizá los católicos olvidamos con frecuencia que el Evangelio es la verdad que salva, pero no se impone; es el mensaje que unifica, pero no despersonaliza; es la Palabra que diversifica, pero no divide.

Hay que dejar actuar siempre al Espíritu de Dios, admirable don, capaz de restaurar la unidad perdida, aun en medio del desafío y confusión que genera tanta torre soberbia, de cuello largo (e ideas cortas), como la torre absurda de BABEL.

¡Dios nos ayude, en esta hora, a recuperar, lejos de tribalismos y nacionalismos cerrados, la sensatez y la concordia! Para que, en medio de sensibilidades y lenguas diversas, podamos todos, con la fuerza del Espíritu de Dios, realizar, otra vez, el milagro de Pentecostés.

Eduardo de la Hera

Reuniones del Consejo Presbiteral y del Consejo Pastoral

Reunión del Consejo Prebisteral
El 9 y el 14 de octubre respectivamente se han celebrado las reuniones del Consejo Presbiteral y del Consejo de Pastoral.

Uno de los principales contenidos de estos encuentros ha sido la revisión final tanto del nuevo Plan Pastoral como de la Programación para el curso 2017-2018. 

Con las aportaciones de los dos Consejos, ambos importantes documentos ya están en su fase final, a la espera de la aprobación de los mismos por nuestro Obispo.
Reunión del Consejo de Pastoral

miércoles, 18 de octubre de 2017

Vida Ascendente

La Casa de la Iglesia acogió, el pasado 4 de octubre, la primera reunión  de este curso de los responsables de Vida Ascendente en las distintas parroquias de la Diócesis. Entre otras cuestiones se programó el curso y se decidió realizar un encuentro mensual en la casa parroquial donde hay grupo de Vida Ascendente.

La alegría de la Contemplación

La Trapa acogió el pasado 3 de octubre el encuentro de los religiosos de Vida Contemplativa, una jornada de celebración, de encuentro, convivencia y de compartir la riqueza de sentirse hermanos e hijos de Dios. Alrededor de medio centenar de personas dedicadas a la Vida Contemplativa disfrutaron de ese encuentro; participaron representantes de las comunidades de las Carmelitas Descalzas, Clarisas, Brígidas, Agustinas de la Conversión, Agustinas Canónigas, Cistercienses, Dominicas y una representación de los monjes trapenses, que con el superior del Monasterio, el P. José Antonio Gimeno fueron los anfitriones.

Durante el encuentro, el Obispo de la Diócesis presentó al nuevo delegado para la Vida Consagrada, el P. Adolfo del Valle, misionero del Verbo Divino que aseguró asumir la responsabilidad con actitud de servicio y mostró su interés por conocer más a estas comunidades de vida contemplativa. D. Manuel agradeció el trabajo realizado por el anterior delegado, el dominico P. Antonio Abad.

Durante su intervención el Obispo de la Diócesis dió las gracias a cada uno de los miembros de vida contemplativa “por lo que sois y por lo que hacéis en esta Iglesia Diocesana” y les animó a seguir adelante confiando en Dios, abiertos unos a otros y abiertos a la Gracia de Dios.

El prelado palentino presentó durante el encuentro un avance del borrador del Plan Pastoral e incidió en la importancia de centrarnos no tanto en las acciones, sino en las actitudes, teniendo siempre una actitud evangélica, ser ejemplo de comunidad de hermanos, de fraternidad, comunidades en torno a Jesús. “Necesitamos abrirnos para que la gente pueda entrever lo que somos y hacemos”, concluyó D. Manuel.

Después de presentarse cada unas de las religiosas y religiosos se celebró la Eucaristía en la iglesia del Monasterio. La jornada con una comida fraternal.

martes, 17 de octubre de 2017

Entrega de la Missio a los Profesores de Religión

El pasado 6 de octubre el Seminario Menor acogió el Envío y Entrega de la Missio a los profesores de religión que desarrollan su labor en los centros escolares de toda la provinica, tanto públicos como concertados.


La inadmisible pena de muerte

Siguiendo en el camino marcado por San Juan Pablo II, el Papa Francisco -en un discurso pronunciado el 11 de octubre con motivo del 25 aniversario del Catecismo de la Doctrina Católica- ha declarado que «se debe afirmar con fuerza que la pena de muerte es una medida inhumana que humilla, en todas sus formas, la dignidad de la persona» y «es, en sí misma contraria al Evangelio porque se decide voluntariamente suprimir una vida humana que es siempre sagrada a los ojos del Creador». Por lo tanto «es necesario confirmar que, por grave que pueda ser el delito cometido, la pena de muerte es inadmisible ya que atenta contra la inviolabilidad y dignidad de la persona humana».

Hace 25 años, Juan Pablo II sufrió fuertes críticas de los católicos de Estados Unidos al proclamar en el nuevo Catecismo que en la mayoría de los países con un cierto nivel de desarrollo ya no se daban las circunstancias para condenar a nadie a la pena de muerte, por existir medios alternativos para impedir que la persona cometa nuevos daños.

El Papa afirma que el Catecismo debe modificarse de nuevo para excluir esa condena en todos los casos, recogiendo «no solo el progreso de la doctrina a cargo de los últimos Pontífices sino también la nueva conciencia del pueblo cristiano, que rechaza una pena que daña gravemente la dignidad humana».

El Papa reconoce que «en siglos pasados, la pena de muerte parecía la consecuencia lógica de la aplicación de la justicia», y «por desgracia, también en el Estado Pontificio se recurrió a este remedio inhumano». Una desviación del Evangelio, «por una mentalidad más legalista que cristiana».

lunes, 16 de octubre de 2017

Fiesta de Santa Teresa

El pasado 15 de octubre, con motivo de la Fiesta de Santa Teresa de Jesús, nuestro Obispo se acercó hasta las dos comunidades de monjas carmelitas de nuestra Diócesis para presidir la Eucaristía: el Monasterio de San José y Nuestra Señora de la Calle, en Palencia y el Convento de la Santísima Trinidad, en Carrión de los Condes.

Nuestra felicitación a estas dos comunidades de Vida Contemplativa en la Fiesta de su Fundadora.

Fiesta de Nuestra Señora del Pilar

El pasado 12 de octubre, Fiesta de Nuestra Señora del Pilar y Día de la Hispanidad, nuestro Obispo presidió la Eucaristía en el cuartel de la Guardia Civil de Palencia, con motivo de la Fiesta de su Patrona.

Iglesia por el Trabajo Decente

El pasado 7 de octubre se celebró el Día Mundial por el Trabajo Decente. Esta jornada para la Iglesia tiene por objeto sensibilizar a toda la sociedad sobre la razón de ser del trabajo humano, denunciar todas aquellas situaciones injustas y a la vez proponer, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, prácticas de relaciones laborales encaminadas a poner en el centro de toda actividad económica a la persona.

Alentados por el Espíritu, Iglesia por el Trabajo Decente, que es la coordinadora de las organizaciones eclesiales Cáritas, Confer, HOAC, Justicia y Paz, JEC, Profesionales Cristianos, Delegación de Acción Caritativa y Social, ACG, Equipo de Acción Social de la Parroquia de San Antonio, Equipo de Pastoral Obrera de Aguilar, Religiosas de María Inmaculada, más las adhesiones posteriores de la Parroquia de Cevico de la Torre, Cáritas de Villamuriel, Parroquia de Prádanos de Ojeda, Fundación “Hombres Nuevos”, Delegación de Pastoral Juvenil, Escuela Diocesana de Tiempo Libre, Delegación de Apostolado Seglar y el Secretariado de Pastoral Obrera y del Trabajo, junto a la Vicaría de Pastoral y al Pastor de la Diócesis, D. Manuel, quiere poner de manifiesto que “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo”.
Es bueno resaltar, por un lado, este amplio número de grupos y personas que ya en nuestra Iglesia son conscientes de la importancia que para la vida de las personas y las familias tiene el trabajo y de que éste sea decente; y por otro lado también resaltar el carácter eclesial y de colegialidad a la hora de preparar los actos que, en la Diócesis palentina, se desarrollaron el pasado día 6 de Octubre. Actos que consistieron en:

Una Vigilia de oración. Se celebró en la capilla de las Religiosas de María Inmaculada. Orar poniendo en las manos de Dios la vida, con la confianza de que somos atendidos, pero también con la responsabilidad que el mismo Dios nos concedió de ser sus manos para dignificar esa vida. Así, mediante la dinámica de construir un muro con cajas, se presentaron testimonios de víctimas de la precariedad, la pobreza y el paro. A cada testimonio se dejaba un momento de silencio para la contemplación. Después a la luz de la Palabra de Dios, parábola del Buen Samaritano y de la Carta del Papa Francisco a los Movimientos Populares se reflexionó y oró más ampliamente para descubrir qué nos dice Dios, quienes son hoy nuestro prójimo y cuál ha de ser nuestra respuesta ante el sufrimiento humano. Por último la acción de gracias, que no es otra cosa que el actuar, el compromiso para transformar el mundo. En este sentido se dio lectura a los Objetivos de Desarrollo Sostenible para que podamos implicarnos en su logro.

Un Acto Público. El compromiso exige presencia en el mundo, anuncio, denuncia, testimonio, todo hecho con amor, para sensibilizarnos y sensibilizar sobre los problemas laborales para que el trabajo indecente deje de serlo y podamos construir un mundo mejor. De este modo se acudió a la calle Mayor. Allí se volvió a construir el muro con cajas de cartón pero esta vez para poner los logos de los movimientos, parroquias, organismos eclesiales que se han adherido a Iglesia por el trabajo decente. Se repartió una pulsera y un tríptico explicativo a quienes pasaban a la vez que dialogando se les invitaba a que comentasen que entienden por trabajo decente. Al final se leyó el manifiesto.

Añadir que también se preparó un guión litúrgico, enviado a todas las parroquias de la Diócesis, para que el domingo 1 de Octubre pudiesen utilizarlo en las Eucaristías con el fin de orar teniendo en cuenta esta realidad.

Todos estos actos son una invitación a la comunidad eclesial a ser conscientes de la importancia que tiene el trabajo para las personas, para su desarrollo integral. El mundo obrero y del trabajo necesita a una Iglesia abierta y misionera que le lleve la Buena Noticia de Jesús.

José Antonio Margüello Moratinos
(Secretariado para la Pastoral Obrera y del Trabajo)

domingo, 15 de octubre de 2017

15 de octubre de 2017 XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario

Is 25, 6-10a Preparará el Señor un festín, y enjugará las lágrimas de todos los rostros 
Sal 22 Habitaré en la casa del Señor por años sin término 
Flp 4, 12-14. 19-20 Todo lo puedo en aquel que me conforta 
Mt 22, 1-14 A todos los que encontréis, llamadlos a la boda

La liturgia de hoy nos eleva a contemplar nuestro futuro definitivo, la alegría eterna del cielo. Y utiliza para ello el símbolo del banquete festivo preparado por el Señor que enjugará las lágrimas de todos los rostros (1 Lect). Y el Evangelio presenta la parábola del banquete de bodas al que todos estamos convidados. Nos tenemos que preguntar si nosotros somos de los que, con nuestro modo de vivir, estamos rechazando esa invitación. Todavía estamos a tiempo de cambiar y de revestirnos de la gracia de Dios para poder participar en la Eucaristía que, celebrada con amor, nos lleva a la gloria del cielo (Orac. sobre las ofrendas), la casa del Señor, donde habitaremos por años sin término (Sal).

2017-2018 Año Jubilar Teresiano

La Santa Sede Apostólica ha concedido a la Iglesia de Dios que peregrinan en Ávila el privilegio de poder celebrar para siempre un AÑO JUBILAR TERESIANO, siempre que la fiesta de Santa Teresa de Jesús, el 15 de octubre, coincida como este año con domingo. Este año será el primero y terminará el 15 de octubre de 2018. Es “un año de gracia tras las huellas de la Santa tanto para los fieles de Ávila como para visitantes”, en frase del Obispo de Ávila, D. Jesús García Burillo.

“Tras las huellas de la Santa”. Los cristianos somos invitados a seguir siempre y en todo lugar a Jesucristo, el que es Camino, Verdad y Vida. El mismo es el Camino para llegar a meta, la Verdad y la vida. Tenemos que seguirle en la alegría y en la pena, en la salud y en la enfermedad, y así responder a su amor. Seguirle es imitarle; es tener sus mismas actitudes, sentimientos y obras; es pensar como él, amar como él, hablar como él, obrar como él, como pedía San Pedro Poveda, fundador de la Institución Teresiana.

En Teresa de Jesús, la Santa castellana por antonomasia, tenemos un ejemple perfecto de seguimiento a Jesús. Ella, queriendo seguir a Jesús, lo encontró hasta poder decir él: “Soy Jesús de Teresa”.

Teresa es mujer, es religiosa carmelita, es reformadora, es poeta, es escritora, es doctora, es santa. Es verdad que es de otro tiempo, pero sus enseñanzas siguen siendo perennes y actuales. En esta hora en la que vivimos subrayaría unas enseñanzas.

1. Búsqueda de Dios. Querámoslo o no el ser humano siempre está inquieto, insatisfecho, en perpetua búsqueda. Es nuestra condición. El secreto es dar con aquella realidad que nos llene de satisfacción y felicidad auténticas y plenas. No es el dinero, que colabora a ser felices, porque lo necesitamos para comer, vestirnos, etc., pero que no llena el corazón, incluso lo metaliza y lo seca cuando no se comparte. No es poder que puede satisfacer nuestro orgullo, y que hoy es mañana no es. No es la fama, el aplauso, que son efímeros y tornadizos. No la droga, ni el alcohol, que engañan, porque pueden dar euforia, pero es pasajera, deshacen el cuerpo y la mente, destrozan las relaciones familiares y las amistades verdaderas. Solo Dios basta. Sólo él llena el corazón humano.

2. Teresa nos enseña que el mejor modo de encontrarnos con Dios es encontrarnos con Jesucristo, con Cristo, Hijo de Dios y hermano nuestro, con su carne, con sus llagas, presente en Palabra, en la Eucaristía, en los otros sacramentos, y en la persona que sufre.

3. La oración. Teresa es maestra de oración. No enseña doctrinas ajenas, sino vivencias propias. Y nos recordará que orar es “hablar de amistad con aquel que sabemos nos quiere”, de tú a tú, en silencio, escuchándole y sabiendo que siempre nos escucha.

4. Todo ello en la comunidad cristiana, en la Iglesia grande o en sus “palomarcicos” de monjas, hermanas en Cristo. Vivir en comunidad es vivir unidos, teniendo una sola alma y un solo corazón hacia Dios.

5. Discípula misionera. Ella fundadora de muchos conventos, reformadora de los mismos; ella, la que llevo adelante la misión con cartas. Así nos lo dice el papa Francisco a todos los cristianos.

Nosotros, los palentinos, no podemos dejar pasar este año sin pena ni gloria. Nuestra ciudad está muy vinculada a la Santa de Ávila. En ella hizo una de sus fundaciones y así lo narra, llamando al convento palentino “el palomarcico de su consuelo”. Entró por la Puerta del Mercado, procedente de Valladolid. Primero fundó en una casa alquilada en el Barrio de la Puebla y, posteriormente, trasladar la casa junto a la Ermita de la Virgen de la Calle, en la calle de Nuestra Señora, actualmente de San Bernardo. Contó la ayuda del Obispo D. Álvaro de Mendoza (1578-1586), su amigo, y con la de mucha gente de la ciudad, pobre y humilde y también rica y poderosa. De aquí partió para la fundación de Soria. En el correr de los tiempos, volvió dos veces a Palencia, una en 1582, ya enferma, residiendo unos diez días hasta partir para Burgos, y otra, a finales de junio de 1982, ya muy enferma y muy cansada; de aquí partió el 25 de agosto hacia Valladolid, falleciendo en Alba de Tormes el 4 de octubre de ese mismo año. De los palentinos de entonces diría que era “gente noble y de buena masa”.

Con estas letras invito y animo a todos los cristianos de Palencia a acudir con alegría y júbilo a los lugares teresianos de Palencia y Ávila, a visitar y orar en los Carmelos de Palencia y de Carrión de los Condes, donde están sus hijas, pero, y es lo importante, a leer sus obras, aprender de ella y seguir su ejemplo.

+Manuel Herrero Fernández, OSA
Obispo de Palencia

viernes, 13 de octubre de 2017

Tiempos revueltos

En la sociedad española vivimos tiempos revueltos y nada asegura que no vayan a revolverse más. Tiempos tensos y violentos. Tiempos donde la estupidez, o la ambición, o la codicia o el odio... o todo junto se van extendiendo. Tiempos donde parecemos estar más preocupados -y ocupados- en separar que unir.

También sabemos que los que dedican su vida a odiar al otro, o a sembrar odio, son una minoría... pero las enfermedades son contagiosas.

Desde demasiados sitios se trabaja sin descanso para volar los puentes... y poco para tenderlos. Parece que más que caminar hacia la “Cultura del Encuentro”, como nos pide el Papa Francisco... vamos a la carrera a la “Cultura del Desencuentro”.

Y cada uno nos lo tenemos que hacer mirar... desde nuestras actitudes, maneras y modos, desde nuestra vida diaria, desde nuestras opiniones en público y en privado...

Y yo mismo tengo que ver desde qué claves y para qué realizo mi quehacer diario: el Periodismo.

No puede ser que la profesión a la que amo sea utilizada para promover el enfrentamiento. Hay en mi gremio mucho mercader que explota los sentimientos, sin otra intención que encender una mecha. Sabiendo perfectamente -y convencidos- que la única forma de imponer algunas ideas pasa por la eliminación de quienes no las comparten... y buscan un escenario en el que eso sea posible.

Se amplifican las ideas de los fanáticos de uno y otro lado... y se silencia a la inmensa mayoría. La inmensa mayoría sensata, prudente... que lo único que busca es vivir en paz. En concordia. Convivir.
Con alegría recibo la noticia de que el Papa Francisco dedicará su Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2018... «a las informaciones infundadas que contribuyen a generar y a alimentar una fuerte polarización de las opiniones. Se trata de una distorsión a menudo instrumental de los hechos, con posibles repercusiones sobre los comportamientos individuales y colectivos». Porque «la Iglesia quiere ofrecer una contribución proponiendo una reflexión sobre las causas, sobre las lógicas y sobre las consecuencias de la desinformación en los medios y ayudando a la promoción de un periodismo profesional, que busca siempre la verdad y por lo tanto un periodismo de paz, que promueva la comprensión entre las personas». El Papa busca, y todos necesitamos un «periodismo de paz».

Tengo que esperar a enero para leer este Mensaje... pero ya tengo ganas. Porque, ahora y siempre «La verdad os hará libres» (Jn 8, 32).

Domingo Pérez

miércoles, 11 de octubre de 2017

Su infancia

Santa Teresa de Jesús, en el capítulo primero del libro de su Vida, escrito por ella misma, nos relata rasgos de su infancia: “Éramos tres hermanas y nueve hermanos. Acuérdome que cuando murió mi madre, quedé yo de edad de doce años, poco más o menos”.

“Tenía un hermano casi de mi edad; juntábamos entrambos a leer vidas de santos. Cómo veía los martirios que por Dios las santas pasaban, deseaba yo morir así y juntábame con éste mi hermano a tratar qué medio habría para esto. Ordenábamos ser ermitaños y en una huerta que había en casa procurábamos, como podíamos, hacer ermitas, poniendo unas piedrecillas, que luego se nos caían. Procuraba rezar mis devociones, que eran hartas, en especial el Rosario, del que mi madre era muy devota”.

¿Cómo fue la infancia de Víctor? Él mismo nos dice que en su casa se rezaba el Rosario todos los días, juntamente con sus padres. Disponemos de un precioso documento, escrito por él mismo. Su lectura es admirable y no puede ser más interesante. Es una carta que escribe a un nieto de seis años y dice así:

«Te voy a contar las aventuras de un niño cuando tenía seis años. Se levantaba temprano y, después de desayunar un buen plato de patatas, cogía un palo y se llevaba las vacas a pastar a los prados. Allí se juntaba con otros niños que hacían el mismo trabajo.

Pescaban peces, cangrejos y ranas. Hacían una hoguera, los asaban y se los comían. También cazaban lagartos, culebras, ratas, topos, erizos y otros animales. Éstos ya no los comían.

Cuando llegaba el verano, había que trillar todo el día con tanto calor. ¡Esto sí que era pesado...!

Cuando llegaba el invierno, todos los días tenía que ir a la escuela y recuperar todo el tiempo anterior. Las Navidades las pasaba junto al fuego, porque hacía mucho frío. Cantaban villancicos y jugaban a las cartas. Los Reyes Magos entonces eran muy pobres y no traían regalos.

Estas son las aventuras de un niño que hoy es un anciano, que te quiere mucho y tiene muchas ganas de verte».

Este anciano murió el 21 de febrero de 2012 en Medina del Campo, en olor de santidad. Es nuestro Víctor, a quien tenemos que pedir que desde el cielo nos aumente la fe y nos fortalezca la confianza en la Iglesia, nuestra Madre.

Víctor, que sabía tanto de Santa Teresa, también conocía a las mil maravillas la vida y doctrina de San Juan de la Cruz. También sabía que siendo niño Juan de la Cruz y estando en Medina del Campo, a la vez que estudiaba en el Colegio de los Jesuitas, hacía de recadero en un hospital para ayudar a su madre, que era pobre, muy pobre. Víctor, como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, aprendió de sus padres a vivir el cristianismo y a ser muy devoto de la Virgen.

Germán García Ferreras

martes, 10 de octubre de 2017

San Daniel Comboni. Su fiesta se celebra el 10 de octubre

San Daniel Comboni. Busto en bronce. Colegio de los Misioneros Combonianos de Palencia.
Nace en 1831 en Limones sul Garda (Italia) en una familia de campesinos al servicio de un rico señor de la zona. Descubre pronto su vocación sacerdotal, cursa filosofía y teología y siente la llamada a ser misionero en África. Se ordena sacerdote en 1854 y en 1857 sale para Jartum (Sudán) con otros misioneros. Pronto descubre las dificultades de la tarea, pero esto le estimula a seguir adelante; incluso ante la muerte de uno de sus compañeros exclama: “África o muerte”. A su regreso a Italia, ve la necesidad de una nueva estrategia misionera. En 1864, ante la tumba de San Pedro, tiene una intuición y elabora su “Plan para la regeneración de África”, que se resume en la expresión “Salvar África por medio de África”.

El P. Comboni intuye que Europa y la Iglesia deben tomarse más en serio la misión de África Central, y se dedica a la animación misionera por toda Europa, pidiendo ayudas espirituales y materiales para la misión tanto a reyes, obispos y señores como a la gente sencilla. Funda una revista misionera, la primera en Italia, como instrumento de animación misionera; y, en 1867 y 1872, funda dos institutos misioneros: los Misioneros Combonianos y las Misioneras Combonianas.

En 1877 es nombrado Vicario Apostólico de África Central y consagrado Obispo. Sufre, junto con sus misioneros, la sequía sin precedentes en Sudán, que diezma la población local y bloquea su actividad. En 1880 vuelve a África y un año más tarde cae enfermo y muere en Jartum, a los 50 años de edad, exclamando “Yo muero pero mi obra, no morirá”. Juan Pablo II lo beatificó en 1996, y canonizó en 2003.

Se le representa vestido de obispo y con alguna referencia a África. Los Combonianos llegan a la Diócesis en 1958, y fundan en Saldaña el seminario San Francisco Javier y, en 1956, en la capital el seminario San Pedro Claver, cerca del puente de Don Guarín. Sembradores de la Palabra de Dios y la inquietud misionera, han cosechado vocaciones palentinas que han llevado el carisma del fundador por los cinco continentes.

Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio

Oración

Señor Jesús: Haz que al estilo de San Daniel Comboni que hizo causa común con los pobres de África muchos hombres y mujeres escuchen hoy tu llamada para entregarse generosamente al anuncio del evangelio y al servicio de los más pobres y abandonados del mundo.

Un libro: Creer y evangelizar como el papa Francisco En un cambio de época

Creer y evangelizar como el papa Francisco. En un cambio de época
Raúl Berzosa
Ed. Monte Carmelo

 
En vísperas del Cónclave del 2013 se respiraba un ambiente eclesial con sensación de cansancio y de agotamiento espiritual, de ausencia de confianza y entusiasmo, de falta de fuerza profética y de impulso misionero. La elección del Papa Francisco fue una sorpresa. Llegado del cono sur, geográfico y teológico, nos ha pedido cuatro conversiones: personal, institucional, pastoral y cultural; desde una especie de brújula: Pueblo de Dios, inculturación, pobres y misericordia. Todo un reto y una esperanza en esta nueva época. De todo ello trata este nuevo libro del Obispo de Ciudad Rodrigo.

lunes, 9 de octubre de 2017

¿Qué significa el principio de«prioridad del trabajo frente al capital»? y ¿Cuál es la postura de la Iglesia ante el capitalismo y ante la economía de mercado?

¿Qué significa el principio de«prioridad del trabajo frente al capital»?
[DOCAT 144] De la dimensión subjetiva del trabajo nace también el «principio de la prioridad del “trabajo” frente al “capital”» (LE, 12), ya que el hombre posee el capital como un instrumento externo a él, mientras que el trabajo es expresión esencial de la persona, que es quien lo ejerce, y de su dignidad. No son nunca justificables condiciones de trabajo o de salario que exploten o denigren al individuo, independientemente de si estas residen en intereses de capital, en las exigencias de la competencia o en la dureza de la globalización.

En el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: [277]
«Quisiera recordar a todos, en especial a los gobernantes que se ocupan en dar un aspecto renovado al orden económico y social del mundo, que el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad». Benedicto XVI [CiV 25]

¿Cuál es la postura de la Iglesia ante el capitalismo y ante la economía de mercado?
[YOUCAT 442] Un capitalismo que no esté insertado en un ordenamiento jurídico sólido corre el riesgo de desvincularse del Bien Común y de convertirse en un mero instrumento de afán de lucro de algunos. A esto se opone la Iglesia decididamente. Por el contrario, aprueba una economía de mercado que esté al servicio del hombre, evite los monopolios y garantice a todos el suministro de los bienes y el trabajo necesarios para vivir.
En el Catecismo de la Iglesia Católica: [2426]

Nuestros Seminaristas

En este nuevo curso en el Seminario de Palencia, los seminaristas Daniel y Álvaro, una vez acabados nuestros estudios de Teología, estrenamos nuevo destino pastoral, en la etapa de síntesis vocacional, la última etapa en la formación sacerdotal del seminario.

Este curso estaremos ya destinados en nuestra diócesis de Palencia: Álvaro en la Unidad Pastoral de Osorno, y Daniel en la Unidad Pastoral de Santibáñez de la Peña, y colaborando también en la Unidad Pastoral de Velilla del Río Carrión.

Os pedimos que nos tengáis en vuestras oraciones, para que sigamos siendo fieles a la vocación sacerdotal a la que nos llama el Señor, sirviéndole desde nuestras nuevas parroquias.
Daniel y Álvaro

domingo, 8 de octubre de 2017

8 de octubre de 2017 XXVII Domingo del Tiempo Ordinario

Is 5, 1-7 La viña del Señor del universo es la casa de Israel 
Sal 79 La viña del Señor es la casa de Israel 
Flp 4, 6-9 Ponedlo por obra, y el Dios de la paz estará con vosotros 
Mt 21, 33-43 Arrendará la viña a otros labradores


Con la parábola de la viña y los labradores perversos en el evangelio de hoy, Jesús presenta la historia de la salvación: cómo el pueblo de Israel, la viña que no dio sus frutos, rechazando a los profetas y, por último, asesinando al hijo del dueño de la viña, el mismo que será crucificado. A partir de ahí, el reino de los cielos será quitado a la casa de Israel y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos, la Iglesia. 

Pero muchas veces no damos tampoco los cristianos los frutos de buenas obras que el Señor espera de nosotros y estamos como devastados por los enemigos de la fe. Con el salmo pidamos: «Señor, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve».

viernes, 6 de octubre de 2017

¿Huir de este mundo?

Confieso que, con el paso de los años, me estoy volviendo un poco más pesimista. Dios me perdone, porque yo sé que un cristiano nunca debe perder la esperanza; pero cada vez me gustan menos ciertas cosas que acontecen en este mundo de estupideces cotidianas.

Y sin embargo no podemos huir del mundo, ya que estamos en el mundo y somos mundo. Se está aquí o allá circunstancialmente; en cambio, se es permanentemente. El mundo es nuestro hogar. Nos debemos a él, aunque estemos de paso.

El Papa nos invita a no caer en la trampa de la permanente desilusión, que se traduce en una queja continua. Pero, ¿cómo se hace esto? Porque a veces a uno le entran deseos de escapar, para instalarse en lugares más templados o menos fríos, ¿no es verdad?

Sin embargo, sabemos que los cristianos, al margen de espiritualismos de evasión, nos debemos tomar muy en serio esta verdad: “Somos mundo”. De lo contrario volveremos a enfrentar espíritu a materia, fe a realidades temporales, salvación del alma a salvación del cuerpo, tiempo a eternidad, cielo a tierra... Los cristianos, en el campo del pensamiento, tenemos una larga historia de perniciosos dualismos, que nos han hecho sufrir no poco, y nos han desorientado mucho en el camino de la fidelidad a Dios.

El mundo no es nuestro “exilio”, nuestro “destierro” (aunque a veces lo parezca). No vayamos, otra vez, en esta forma de ver y de pensar, tras las huellas de Platón, de Orígenes y hasta de Descartes, reeditor del dualismo más moderno...

Tan serio es nuestro “ser cuerpo” que el Hijo de Dios asume toda la corporeidad del hombre, toda la mundanidad del mundo, toda la realidad terrena (histórica, bella y frágil) para redimirla, salvarla y devolvérsela a Dios. Cristo Jesús, que también asume nuestra muerte, no va a querer ya, después de su resurrección gloriosa, dejar de ser carne: carne glorificada, pero carne. Nuestra carne con él (y por él) ha entrado ¡ya! en el cielo.

Los dos relatos bíblicos de la creación subrayan el carácter terreno, mundanal, de Adán y Eva: o sea, de usted y yo, tomados de la tierra y en la tierra colocados. Todo ello de forma natural, no violenta, casi espontánea. Adán no es un “cuerpo extraño”, un extraterrestre, en la tierra paradisíaca donde Dios lo coloca. El paraíso no es otra cosa que el símbolo de la armonía con Dios en este mundo. La violencia, la tensión, la sensación de existir aquí como seres extraños, vendrán después del pecado (leamos detenidamente el capítulo 3º del Génesis). Cuando aparece Cristo, con el misterio de su cruz, enseguida nos va a decir que el sufrimiento, aun cuando no entre históricamente en el plan de Dios, sin embargo podemos transformarlo en sacrificio por los demás y darle un sentido hondo en la reconstrucción de un mundo nuevo y renovado, tal como Dios quiere.

Así pues, como dice el padre Oliver Clement, gran pensador cristiano, amemos al mundo ya que “es el cuerpo ensanchado del hombre”. De tal manera que, si Dios ama al hombre y el hombre acepta a Dios, seremos para siempre seres “agraciados”, no seres “desgraciados”. Y entonces el mundo será, también para el hombre, gracia, don y responsabilidad. Aunque esto sólo será así, si hombres y mujeres nos comprometemos responsablemente a construir un mundo mejor que el que tenemos.

Efectivamente, nosotros creemos que el hombre se salva, si acepta el don de Dios, y esto va a ser así por mucho que se empeñen las fuerzas del mal, cada día, en esparcir su cizaña sobre esta tierra árida y reseca. ¡Y vaya que se empeñan en hacer su labor “las criaturas de la noche”! ¡Trabajan a fondo! Por tanto hay que mejorar el mundo, pero sin salirnos de él. Al fin y al cabo, el cielo que esperamos, aunque sea un salto cualitativo (y un regalo del Padre), no deja de estar por ello en continuidad con el mundo en que vivimos.

Eduardo de la Hera

jueves, 5 de octubre de 2017

Trabajo decente y fin de la precariedad, una tarea urgente

Manifiesto para la Jornada Mundial por el Trabajo Decente 2017

Las organizaciones que apoyan la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente constatan que el trabajo decente, que forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es un elemento imprescindible para la justicia social y la cohesión de toda la humanidad.

Garantiza un salario mínimo vital, la libertad de asociación sindical, la participación de quienes trabajan en los asuntos de la empresa, el respeto de la negociación colectiva, el respeto de los convenios, la igualdad de trato entre las personas, la salud y seguridad en el trabajo, la protección social de quienes trabajan y de las personas a su cargo, la protección contra el despido, el acceso a la formación y el aprendizaje permanente y el equilibrio entre la vida privada y la vida laboral.

En España estamos asistiendo a un crecimiento del trabajo precario, que se presenta bajo las formas de la contratación temporal, la contratación a tiempo parcial y el empleo autónomo ficticio. 

El empleo precario afecta principalmente a las personas más vulnerables, que corren riesgo de discriminación, pobreza y exclusión (personas con capacidad funcional diversa; personas con un origen étnico, religión o creencia minoritaria; personas jóvenes y mujeres).

La juventud se ve particularmente afectada por el trabajo no voluntario a tiempo parcial, el empleo autónomo ficticio y el trabajo no declarado. Un buen número de jóvenes está abandonando España en busca de mejores oportunidades de empleo.

Una remuneración insuficiente para una vida digna, condiciones laborales que dificultan la consecución de un proyecto vital a largo plazo; falta de perspectivas; la vulnerabilidad de la persona ante un retroceso en derechos laborales y un entorno laboral que atenta, en muchos casos, contra la salud e integridad del trabajador son el rostro visible de una economía al servicio del capital, donde la persona es un mero instrumento que sirve y es utilizada en función de los intereses que marca el mercado. Esta concepción, en cuanto no pone a la persona y su dignidad en el centro, es contraria al proyecto del Reino de Dios y no puede ser, en ningún caso, aceptada desde una mirada cristiana de la vida.

La lucha contra la precariedad y por el trabajo decente nos exige y nos lleva a reclamar:

  • Luchar contra el trabajo no declarado, la economía informal, el fraude fiscal y los paraísos fiscales.
  • Revindicar y trabajar por el  establecimiento de una sólida base jurídica de derechos laborales, la implicación de los interlocutores sociales y los comités de empresa en el lugar de trabajo y el reforzamiento de la inspección laboral y de la jurisdicción social.
  • Apostar por la creación de empleo de calidad, garantizar los derechos en el trabajo, la protección social y el diálogo social así como la igualdad.
  • Fijar salarios e ingresos dignos y suficientes. Quienes trabajan deberían poder acumular, con sus cotizaciones, ingresos que garanticen una seguridad en situaciones como el desempleo, la enfermedad, la edad avanzada o las pausas en la vida laboral para el cuidado de hijos u otras personas o para la formación.
  • Establecer una Garantía de Capacidades que permita apoyar trayectorias profesionales que posibiliten la adaptación a las diferentes situaciones que una persona puede verse obligada a afrontar durante su vida a través, en particular, de la formación profesional permanente.
  • Garantizar la igualdad de remuneración entre hombres y mujeres mediante una respuesta global dirigida a reducir el trabajo precario y una cobertura adecuada de seguridad social. Se debe combatir la discriminación contra la mujer, la brecha salarial, el techo de cristal, el acoso psicológico y el acoso a las empleadas embarazadas.
  • Apostar por condiciones de trabajo dignas para todas las primeras oportunidades de experiencia laboral de jóvenes, como períodos de prácticas, de aprendizaje o cualquier oportunidad en el marco de la Garantía Juvenil.
  • Incrementar la inversión pública y privada que conecte los mercados financieros con los mercados productivos.
  • Acompañar a las personas en situaciones donde la ausencia del trabajo decente provoca inestabilidad, sufrimiento y falta de horizontes vitales, propiciando respuestas individuales y colectivas que alumbren caminos de esperanza.
Palencia, 7 de Octubre de 2017
Iglesia por el Trabajo Decente
Diócesis de Palencia


ACTOS EN PALENCIA 
6 DE OCTUBRE
  • Vigilia de Oración en la Capilla del Servicio Doméstico. A las 19.00h.
  • Acto público en la Boca-Plazade la Calle Mayor. A las 20.00h.

Descubrir las inquietudes e intereses de los jóvenes

El Aula de Teología de la Universidad de Valladolid en el Campus de La Yutera ha elaborado una encuesta con el objetivo de descubrir las inquietudes e intereses de los estudiantes. En este sentido, en este inicio de curso se va a pedir la colaboración de todos aquellos alumnos que quieran libremente contestar a 13 preguntas propuestas.

Entre ellas deberán responder a cuestiones como: “El ser humano se plantea los llamados grandes interrogantes: sufrimiento, dolor, muerte, más allá, sentido de la vida y de la historia… ante estos retos ¿Dónde buscar respuestas?” Y se ofrecen distintas alternativas: Filosofía, Religiones, en ninguna de las anteriores, ciencia, en todas las anteriores, no me lo planteo.

Otras cuestiones que plantea la encuesta son “¡Qué dimensiones de la vida te inquietan más y te gustaría darles sentido?” o “En relación con las creencias ¿Dónde te sitúas?”.

En definitiva, se trata de hacer reflexionar a los alumnos sobre temas importantes y trascendentales y una vez realizada esta encuesta, valorarla y descubrir cuáles son las inquietudes del alumnado del Campus de la Yutera para ofrecer una formación que les sea útil, atractiva desde el Aula de Teología y que conecte con sus inquietudes.

El Aula de Teología está promovida por un grupo de sacerdotes y profesores que entienden que el ámbito universitario es una campo rico para seguir creciendo en la Fe.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Virgen del Brezo

Dos imágenes del pasado 21 de septiembre, de la celebración de la Fiesta de la Virgen del Brezo, que nos envía Agapito Baños.


400 años del Carisma de San Vicente de Paul

Nuestro Obispo presidió en la Catedral, el pasado 27 de septiembre -Fiesta de San Vicente de Paul-, la Eucaristía con motivo del 400 Aniversario del Carisma Vicenciano.