sábado, 8 de julio de 2017

Cibercondria

El otro día aprendí una palabra nueva: la Cibercondría... que es una cosa bastante habitual. Pues ... el cibercondríaco -el que padece la cibercondría- es ese sujeto que cuando le duele algo, se siente pachucho, ve que algún mal le está rondando... dice: “Voy a buscar en Google. A ver qué síntomas tengo... y a ver si yo mismo me diagnostico lo que me pasa”.

Porque como tenemos infinito acceso a mucha información (aunque estén mezclados el trigo y la paja)... todos somos más listos que los médicos. Y no hace falta que nos acerquemos al Centro de Salud. Yo decido lo que me pasa... y, si eso... ya me acercaré a la farmacia a que me den algo. Y no hace falta que os diga que esto es muy peligroso.

Seguimos. Como mi cabeza a veces establece relaciones extrañas... se puso a pensar si esto tendría un símil “eclesial”. Y llegué al “yo creo en Dios, pero no en la Iglesia... yo creo en Dios pero no en los curas... yo me confieso directamente con Dios”... porque lo mismo que no me hace falta un médico para saber qué me pasa... tampoco me hace falta nadie para vivir mi fe. Y en esto... tampoco hace falta que os diga que estamos ante un peligro.

El Papa Francisco decía lo siguiente, el 23 de abril de 2013 en la Capilla Paulina: «La identidad cristiana no es un carnet de identidad. La identidad cristiana es una pertenencia a la Iglesia [...] a la Iglesia Madre, porque no es posible encontrar a Jesús fuera de la Iglesia. El gran Pablo VI decía: “Es una dicotomía absurda querer vivir con Jesús sin la Iglesia, seguir a Jesús fuera de la Iglesia, amar a Jesús sin la Iglesia” (cf. Exort. Ap. Evangelii nuntiandi, 16). Y esa Iglesia Madre que nos da a Jesús nos da la identidad, que no es sólo un sello: es una pertenencia. Identidad significa pertenencia. La pertenencia a la Iglesia: ¡qué bello es esto!».

Es absurdo querer sanar sin ir al médico, decidir qué medicinas nos tenemos que tomar. Necesitamos a otros. Necesitamos al médico. Es absurdo vivir la fe en soledad, vivir con Jesús sin la Iglesia, amar a Jesús sin la Iglesia, seguir a Jesús fuera de la Iglesia. Necesitamos a otros, a la comunidad... a la Iglesia.

Domingo Pérez

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