miércoles, 3 de mayo de 2017

P. Gimeno: “Mi vocación sacerdotal está muy unida con mi vocación monástica”

Cuando hablamos del futuro de las vocaciones, aparecen muestras de preocupación en nuestros rostros, aseguramos que hoy los jóvenes no desean comprometerse con una vocación religiosa y las estadísticas tampoco hacen que esa preocupación se convierta en esperanza y alegría, pero muchas veces olvidamos que esa llamada a la vocación puede llegar por numerosos caminos. Nuestro protagonista de hoy, profundizó en esa vocación a través de un libro de fotografías sobre la vida monástica que cayó en sus manos cuando tenía 12 años. A partir de ese momento, intercambió una serie de cartas con los monjes preguntándoles acerca de su vida, de su día a día en el monasterio y esa llamada que sintió durante la infancia se fue haciendo cada vez más fuerte. Pasó experiencias en los monasterios durante los meses de verano y con 21 años decidió finalmente ingresar en la Orden Cisterciense. Hoy en día es el superior del monasterio de San Isidro de Dueñas y el pasado 27 de abril recibió de manos de nuestro Obispo, su ordenación presbiteral. Hablamos del P. José Antonio Gimeno. 

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¿Por qué eligió la Orden del Cister?
Sobre todo porque siempre me gustó la vida sencilla y el equilibrio monástico entre el Ora et Labora. La oración y el trabajo. Siempre me he sentido muy a gusto en el Cister y nunca he pensado otra cosa.
 
Una vez ordenado sacerdote, ¿cambiará su día a día en el monasterio?
En teoría no mucho, porque mi vocación sacerdotal está muy unida con mi vocación monástica. Me ordeno para prestar un servicio en mi comunidad, presidir la Eucaristía y hacer una labor pastoral que no puedo hacer si no estoy ordenado, pero por lo demás ahora estoy prestando el servicio de superior y como tal, seguiré prestándolo.
 
¿Cuántos religiosos forman la comunidad del monasterio de San Isidro?
Actualmente 35 monjes de varias edades, el mayor de más de 90 años y el más joven de poco más de 20 años. Tenemos una gran riqueza de generaciones y una comunidad bastante viva. Actualmente, contamos con dos monjes profesos jóvenes y tres postulantes en el noviciado, pero lo más importante no tanto es el número  sino que seamos fieles a nuestra vocación monástica cisterciense.
 
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Y ahora, sean sinceros, antes del testimonio del P. Gimeno, ¿hubiesen pensado que un libro de fotografías puede ayudar a profundizar en nuestra vocación?

Natalia Aguado León

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