lunes, 16 de enero de 2017

Arropar al Niño Jesús durante todo el año

«Al llegar la Navidad observo que todos los años ocurre lo siguiente, en el centro en el que trabajo, San Juan de Dios, se ponen Nacimientos en todos los pabellones, y también uno grande en el pinar del Centro Asistencial San Juan de Dios. Al Niño le ponemos una manta o alfombrita para “protegerle” de la paja del pesebre. A los pocos días siempre aparece tapado con esa colcha o manta. Todos los años algún paciente anónimo se encarga de arroparle.

Esta mañana el termómetro marcaba -5C. Al subir al despacho me he vuelto a encontrar así al Niño Jesus. Alguna de las personas atendidas en el Centro ya le había vuelto a arropar... Me emociona... Ojalá mi vida llegue a ser tan auténtica como este gesto de personas que, por su enfermedad mental o su discapacidad, han de vivir aquí... ¡Feliz Año Nuevo! Que sintamos a Dios arropándonos, especialmente a través de los que más necesitan ser arropados».

Antes de acabar el año nos llegaba -a través de un whatsapp- esta preciosa reflexión de un trabajador del Centro San Juan de Dios ... y mientras esto escribo... miles de refugiados pasan por una situación crítica a las puertas de Europa.

Malviviendo y malmuriendo entre temperaturas gélidas, nieve, hielo... y miseria. Y destapando nuestras miserias.

Entonces también estos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”. Él les replicará: “En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo” (Mt 25, 44-45).
En verdad os digo... que tenemos mucho que arropar. Al Niño... y a muchos niños. No nos va a faltar faena durante todo el año.

Domingo Pérez

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