domingo, 24 de enero de 2016

Nuestra Señora de la Paz. Su fiesta se celebra el 24 de enero

Talla en madera policromada. Pedro de Ávila, S. XVIII. Retablo Mayor de la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz. Castrillo de Onielo.
El origen de la fiesta se remonta a la España visigótica. Fue San Ildefonso, arzobispo de Toledo, el que inició y propagó su culto en su diócesis y en toda la península. Fue elegido arzobispo en el 657 y durante su pontificado se unificó la liturgia hispana y dejó importes escritos, entre los que destaca el libro “La Virginidad perpetua de Santa María”. Fue un gran defensor del dogma de la Inmaculada Concepción doce siglos antes de que fuera proclamado por Pio IX en 1854.

Una noche de diciembre, San Ildefonso con unos sacerdotes y dos diáconos se disponía a entrar en la capilla de la Virgen para rezar, y vieron que una luz la inundaba. Llenos de temor, los clérigos retrocedieron y solo entraron el obispo y los diáconos. Ante ellos se encontraba la Madre de Dios, rodeada de muchas vírgenes. Ella fijó sus ojos en él y le dijo “Tú eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla que mi Hijo te envía”. Esta aparición y la casulla, fueron pruebas tan claras que el Concilio de Toledo ordenó perpetuar su memoria, el 24 de enero, al día siguiente de su fallecimiento, un 23 de enero del 667.

El título de Nuestra Señora de la Paz es posterior. Cuando los musulmanes invadieron la península en el 711, Toledo cayó en sus manos y la catedral se convirtió en mezquita, pero entre los mozárabes siguió el culto a la Virgen. Ya en el siglo XI, tras una encarnizada lucha por la posesión de la catedral, los musulmanes, gracias a la Virgen, decidieron devolverla a los cristianos. Esto ocurría otro 24 de enero del 1085, coincidiendo con la conquista de la ciudad por las tropas de Alfonso VI.

El tema de la Virgen imponiendo la casulla a San Ildefonso está muy repetido por toda la diócesis de Palencia, destacando las obras de las parroquias de Aguilar de Campoo, Dueñas, Saldaña, Villamuriel, Madres Clarisas de Astudillo, Museo Diocesano... Las parroquias de Castrillo de Onielo, Cevico Navero y de Los Olmillos (Villamuriel de Cerrato) le están dedicadas, siendo la patrona de los pueblos. Su culto está ligado a los orígenes visigodos de las localidades del Cerrato palentino.

Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio

Oración

Dios de misericordia, fortalece nuestra débil condición, y al recordar en este día a la Madre de tu Hijo con el título de la paz concédenos por su intercesión vernos libres de todas nuestras culpas y vivir siempre en tu paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario