martes, 5 de mayo de 2015

La Carta del Papa

Los nuevos historiadores de la vida de Santa Teresa y los nuevos comentaristas de sus escritos místicos, tendrán que tener muy en cuenta y añadir a sus escritos y comentarios, la Carta que nuestro Papa Francisco, escribió al Obispo de Ávila Mons. García Burillo, el día 28 de marzo del 2015. Y no sólo esta carta del nacimiento de Santa Teresa, sino aquella otra carta del 15 de octubre de 2014 al inaugurar el Año Jubileo del V Centenario de su nacimiento.

Dos cartas que tenemos la obligación de leer y meditar pausadamente... y llegar a sus puntos clave de profunda reflexión mística, carmelitana y teresiana. ¡Qué cartas!

Comienza la carta del 28 de marzo: “Hoy mi corazón está en Ávila, donde hace quinientos años nació Teresa de Jesús”. ¿Por qué no estuvo en España? En mi humilde opinión, con peligro de equivocarme, toda la culpa la tuvo parte del Gobierno y otra parte de muchos afiliados al Partido Popular. Porque para unos y otros, la Iglesia Católica les dice muy poco. Dos ejemplos nada más: la clase de religión y el gravísimo problema del aborto.

Nuestro Papa Francisco ama a España y siente una predilección especial por santa Teresa. Escribe en la Carta: “A esta insigne maestra de espirituales, mi predecesor, el beato Pablo VI, tuvo el inédito gesto de conferirle el título de Doctora de la Iglesia. ¡La primera mujer Doctora de la Iglesia!”. Y afirma: “Ruego a santa Teresa que nos regale la devoción y el fervor que ella tenía a San José. Harto bien haría que los que pasan por la prueba del dolor, la enfermedad, la soledad recurrieran a este insigne Patriarca con el amor y la confianza con que lo hacía la Santa”. El Papa confiesa que a menudo le habla a San José y siempre le socorre, como hacía con la Santa.

En la carta de octubre del año pasado, escribe: “En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. Ella nos marca cuatro caminos; el camino de la alegría, el camino de la oración, el camino de la fraternidad y el camino del propio tiempo en servicio a los demás”. Y termina así la carta: “La santa escritora y maestra de oración fue al mismo tiempo fundadora y misionera por los caminos de España”. Leamos estas Cartas tan valiosas para el espíritu.

Germán García Ferreras

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