martes, 30 de septiembre de 2014

San Jerónimo. Su fiesta se celebra el 30 de septiembre

San Jerónimo penitente. S.XVI. Atribuida a Diego de Siloé. Iglesia parroquial San Juan Bautista (Palenzuela)

Nacido en Estridón (Dalmacia) hacia el 342, su padre le educó en la Fe y recibió formación en latín, griego y hebreo. Muerto su padre, se dedicó al lujo y placeres paganos, hasta que en Roma, tras el encuentro con el Papa Liberio, emprendió un camino de conversión, fue bautizado a los 18 años y decidió dedicarse al estudio de las Sagradas Escrituras. En el 370 se estableció en Aquilea, donde el obispo San Valerio había reunido a valiosos escrituristas. Más tarde se retiró al desierto de Antioquía a hacer penitencia por sus pecados pasados. A su regreso a Roma, el Papa San Dámaso le ordenó sacerdote, y -tras un paso por Constantinopla para seguir estudiando las Sagradas Escrituras- es nombrado secretario del Papa y se le encarga la revisión del texto latino de los Evangelios.

Al morir el Papa, fue a vivir a una cueva próxima a Belén. Allí vivió austeramente y reanudó la traducción de las Sagradas Escrituras. La mayor parte de los libros del Antiguo Testamento, escritos en hebreo, fueron traducidos durante su estancia en Belén. El Concilio de Trento designó a la traducción de San Jerónimo -la conocida como “Vulgata”- como el texto latino autorizado por la Iglesia Católica. Murió en Belén el 30 de septiembre del 420, siendo sepultado en la Iglesia de la Natividad. Tiempo después sus restos fueron trasladados a la Basílica de Santa María la Mayor de Roma.

Se le representa con un león pues, según la leyenda, domesticó a uno tras sacarle una espina clavada en la pata. También aparece golpeándose el pecho con una piedra, símbolo de penitencia, y con un libro como traductor de las Sagradas Escrituras.

En casi todos los templos de la diócesis existen representaciones en pintura, escultura, textiles y orfebrería de San Jerónimo... al ser uno de los cuatro santos padres de la Iglesia occidental y símbolo de la Tradición católica. Entre las obras más destacadas tenemos las del Museo Diocesano (S. XVI), las de la Catedral en la capilla de su mismo nombre, las de los Museos de Becerril y Paredes, y la de la Iglesia de San Juan de Palenzuela.

Texto. José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio

Oración

Oh Dios, tú que concediste a San Jerónimo una estima tierna y viva por la Sagrada Escritura, haz que tu pueblo se alimente de tu Palabra con mayor abundancia y encuentre en ella la fuente de la verdadera vida. P. J. N. S.

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