domingo, 17 de febrero de 2013

El Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado

17 de febrero de 2013 - I Domingo de Cuaresma

- Dt 26, 4-10. Profesión de fe del pueblo escogido.
- Sal 90. Acompáñame, Señor, en la tribulación.
- Rom 10, 8-13. Profesión de fe del que cree en Jesucristo.
- Lc 4, 1-13. El Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado.

Si seguimos las lectura de los evangelios, podríamos resumir con palabras de Pablo en la Carta a los Filipenses, que escuchamos en el domingo quinto, el mensaje cristológico, de fe y conversión de la CUARESMA que iniciamos: «Por Él he sacrificado todas las cosas y todo lo tengo por estiércol con tal de “ganar a Cristo” y “vivir unido a él” con una salvación que viene de Dios a través de la fe» (3,8-9). Es la meta de la prueba de todo cristiano, que cada año está invitado a hacer en la cuaresma. Los dos primeros domingos son una llamada a compartir la lucha (tentaciones), y el triunfo de Cristo (transfiguración); los tres restantes invitan a la conversión y reconciliación.

¿Qué significa entrar en el itinerario cuaresmal? Nos lo explica el evangelio de este primer domingo con el relato de las tentaciones en el desierto. Jesús asumió nuestra naturaleza humana, menos el pecado; y la tentación forma parte de nuestra condición humana. Las tres tentaciones tiene un denominador común: pretenden que Jesús traicione su misión, asuma un mesianismo diferente, busque unos intereses que no coinciden con el plan de salvación. También nosotros recibimos presiones para descuidar nuestras responsabilidades en la familia; presiones para prescindir de la ética en los negocios, en nuestra vida profesional; presiones para obrar de espaldas a los diez mandamientos.

El evangelista insiste en la supremacía del “pan de la Palabra”, que invita al esfuerzo diario por el amor y la justicia, sobre el pan de los milagros y del camino fácil de la indignación que no lleva al trabajo, a la propuesta. En el «camino de la humildad y del amor fraterno», característico de la autoridad cristiana, frente a toda clase de individualismo, de búsqueda de seguridad. Y finalmente en no “sobornar a Dios”, buscando la religión más por sus beneficios que por la entrega que implica.

“Las tres tentaciones tienen un denominador común: traicionar la misión, buscar intereses que no coinciden con el plan de salvación”. Ante el itinerario cuaresmal del 2013 ¿Cuáles son mis tentaciones?

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