jueves, 17 de mayo de 2012

Sacerdotes diocesanos para la Nueva Evangelización

La festividad de San Juan de Ávila en nuestra diócesis de Palencia cuenta con un momento especialmente significativo en la Santa Misa presidida por nuestro Obispo y concelebrada por un numerosísimo grupo de sacerdotes diocesanos. En esta Eucaristía late en el corazón de todos una doble intención: por un lado la acción de gracias por los hermanos sacerdotes que celebran sus 60, 50 o 25 años de ordenación; y por otro, el descanso eterno de los sacerdotes que nos han dejado para ir a la Casa del Padre en el último año, por quienes se ofrece en sufragio el Santo Sacrificio.

A las 11 comenzó la Santa Misa. Junto a nuestro Obispo concelebró Mons. Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona y Tudela. Ocupaban el presbiterio, revestidos con casulla blanca, el Sr. Vicario General, el rector del Seminario y los 15 sacerdotes homenajeados que pudieron asistir a la Eucaristía. Llenaban los bancos de la Capilla del Seminario Menor más de 150 sacerdotes. También estaban presentes los seminaristas de nuestra diócesis.

Don Esteban Escudero comenzó su homilía recordando, uno a uno, los nombres de todos los sacerdotes que celebraban sus bodas. Y a cada cual le dijo “muchas gracias” en nombre de la Iglesia diocesana. También recordó los nombres de los sacerdotes fallecidos desde la última fiesta de San Juan de Ávila, especialmente el de D. Félix Cuadros, fallecido ese mismo día. Después recordó la figura del Apóstol de Andalucía y desarrolló varias de las virtudes que lo han convertido en ejemplo iluminador para los sacerdotes de todos los tiempos.

El Sr. Obispo recordó que fue amigo de grandes santos reformadores y que él mismo fue reformador porque vivió el ideal de la santidad. Animó a los presentes a meditar los escritos de San Juan de Ávila y ofreció, como muestra, el texto del Oficio de Lectura del día, del que destacó sus principales ideas. Terminó su intervención con estas palabras: “Ante esta lección de vida sacerdotal, que nos da nuestro patrono en el día de su fiesta, es preciso preguntarnos con sinceridad: ¿nos creemos, de verdad, que el sacerdote debe ser santo? ¿Me creo yo, que soy sacerdote, que debo ser santo? Y más todavía: ¿estoy intentando conseguirlo, fiado en el auxilio de la gracia de Dios?”.

Finalizada la Santa Misa tomaron la palabra Don Gratiniano Plaza, representante de los sacerdotes de las bodas de diamante, y Don Mateo Aparicio, en nombre de los de bodas de oro. Hicieron dos intervenciones breves, pero muy emotivas. Llenas de buenos recuerdos y de santos deseos de seguir adelante en el trabajo sacerdotal de cada día.

Finalizada la Eucaristía, se asistió a una brillante conferencia de Mons. Fernando Sebastián, titulada “Evangelizar”.

Tras la comida, preparada como cada año las cocineras del Seminario Menor, y servida por los seminaristas de 4º de la ESO y 1º de Bach, Mons. Escudero hizo entrega a los homenajeados de un hermoso icono elaborado por las religiosas del Monasterio de la Conversión, de Becerril de Campos.

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En su conferencia a los sacerdotes Mons Fernando Sebastián comenzó afirmando que venía a hablar de “Evangelización”, una tarea grave y urgente de nuestra Iglesia. La conferencia estuvo dividida en tres grandes bloques:
- ¿Qué queremos decir cuando hablamos de “Evangelizar”?
- ¿Es necesario “evangelizar” en España? ¿Por qué?
- ¿Cómo hacerlo? ¿Qué podemos hacer, con realismo y serenidad, para que nuestra pastoral sea cada vez más evangelizadora?

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